Para finalizar, partimos nuestro bizcocho a la centro y lo rellenamos con una cobertura o frosting elaborado a almohadilla de mantequilla, azúcar glas, pinrel crema y esencia de vainilla.
Una momento enfriado pero puedes servir el bizcochuelo, y para guardarlo lo ideal es que lo dejes en un recipiente cerrado o incluso mejor aún en una bolsa y a temperatura ambiente, optando mejor por un sitio que esté fresquito. Aún puedes congelarlo una oportunidad se haya enfriado, ya sea sereno o en porciones, y al descongelarlo seguirá fenomenal.
Es un bizcocho perfecto para mojar en un vaso de calostro perfectamente fresca. Al ser tan esponjoso absorbe el líquido en mucha cantidad y muy rápido. ¡No dejéis de hacerlo!
Su delicioso y clásico sabor nos transporta a recuerdos de meriendas cuando éramos pequeños, y su textura especialmente esponjosa lo convierte en uno de los mejores bizcochuelos que se pueden preparar en casa. Sírvelo para el desayuno o la merienda e incluso en el postre acompañado de unos trocitos de chocolate. Es un bizcochuelo de auténtico… ¡escándalo!
Mezclamos con un poco de vainilla líquida. Añadimos una medida de óleo, puede ser de girasol si nos gusta suave o de óleo de oliva Casto extra que le da un antojo muy bueno a la mezcla.
Vierte la masa en el molde y colócalo en el horno a una importancia media. Hornéalo durante unos 30 minutos y si ves que se está dorando demasiado por la zona superior puedes cubrirlo con papel de aluminio para evitar que se dore en exceso o incluso se queme.
Separa las claras de las yemas. Bate las claras con una pizca de sal con el secundario Aeronave de tu amasadora o con una varillas hasta que estén perfectamente firmes (a punto de cocaína). Reserva hasta el momento de utilizar.
Cuando empiecen a espumar añadimos la mitad del azúcar. Lo hacemos poco a poco, dejando que caiga en forma de abundancia y sin dejar de acuñar.
El formato es opcional, pero no lo que no es optativo es el enmantecado y enharinado. Siempre hay que utilizar manteca y harina para que se pueda desmoldar la torta.
Si se le echa mantequilla es como darle un baño en pomada. Prueba con la yema, aunque verás, le quita el sabor de mantequilla no será tomar pan empapado de mantequilla sino que tendrá directamente el sabor a manzana y estará crujiente. Lo de las pasas es imprescindible, pero hay que dejar reposar las en ron le dan un toque muy bueno.
“Los postres son el relación de hadas read more de la cocina, un final feliz luego de la cena” Terri Guillemets
Con una espátula de goma, doblar suavemente cerca de de un tercio de las claras de huevo batidas en la masa para aligerarla; luego doblar el resto de las claras hasta que se mezclen. No mezcle demasiado.
Te damos la formula exacta para hacerlo sin separar las claras de las yemas, es sabrosa y a todos tus invitados… Observar más
Ahora dobla la parte de la izquierda sobre el relleno. A continuación dobla los bordes superior e inferior hacia Internamente, encima del relleno. Sigue enrollando cerca de el limítrofe derecho toda la masa. ¡Dinámico! Sigue preparando los otros 3 strudel.